Inversión, inflación y pobreza
Por: Patricio Quintanilla
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), acaba de publicar la información de pobreza del año 2022; ya es habitual que se conozca esta información en el mes de mayo.
Muchos analistas, incluyendo quien escribe esta nota, estimaban que la pobreza se reduciría en el año que estamos comentando, lo que no sucedió.
La Información
El análisis comprende dos criterios: la pobreza monetaria y la pobreza extrema. En el caso de la pobreza monetaria, se estima el valor de una canasta básica de alimentos y otros bienes y servicios básicos, que para el año 2022 fue de S/ 415.00 mensuales por habitante y de S/ 1,660.00 para una familia de cuatro miembros; quienes tengan un ingreso menor, se les considera pobres.
Para el 2022, INEI ha determinado que el 27.5% de la población del país, se encuentra en situación de pobreza, mayor en 1.6 puntos porcentuales al año anterior, que fue de 25.9%. En un análisis regional, en los extremos está Cajamarca con 40% de pobreza monetaria y en el otro está Ica con 5%.
La pobreza extrema se define como las familias con un ingreso menor a S/ 226.00 mensual por persona o S/ 904.00 mensual con cuatro integrantes; estos montos corresponden a una canasta básica de consumo alimentario, es decir que sus ingresos son insuficientes para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación. En el 2022, el 5.0% de la población, estuvo en esta situación, que equivale a más de un 1’600,000 personas.
Las causas
Una de ellas es la inflación del año 2022, que fue de 8.46% en el año, afectando la capacidad de las familias de satisfacer plenamente sus necesidades, especialmente en los sectores más vulnerables de la población. Ciertamente es una causa externa, con impacto global, pero que nos ha afectado.
Otra causa es la baja inversión privada, que en el año que estamos comentando no tuvo aumento, que se reduce en 0.5%, según el Banco Central de Reserva del Perú (Reporte de Inflación marzo 2023). Esto debido en gran parte a la incertidumbre provocada por el Gobierno de ese momento.
Asumiendo una reducción de la inflación en los próximos meses (en abril fue de 7.97%) y una recuperación de la inversión privada, es de esperar una reducción de la pobreza en este año. Para ello se requiere un sano manejo monetario, como se viene llevando hasta el momento y recuperación de la confianza de los inversionistas, con muestras de estabilidad política, económica y jurídica.
El Estado tiene un importante rol de ejecutar la inversión pública, que le corresponde y eliminar obstáculos al sector privado; con preocupación hemos conocido los problemas burocráticos a la minera Zafranal, que puede retrasar la inversión que tanto necesitamos.
Conclusión
El aumento de la pobreza en el 2022 es un hecho consumado, pero ahora se deben tomar acciones, especialmente el Estado, para reactivar la inversión privada, principal fuente de generación de empleo y consecuente reducción de la pobreza.
Fuente: Diario La República
